Franquiciar una cadena de farmacias puede parecer una fórmula infalible para crecer, pero implica mucho más que replicar un modelo. Te contamos los principales retos que enfrentan estas cadenas y cómo superarlos.
¿Y si crecer más rápido fuera también la forma más rápida de perder el control?
Muchas cadenas de farmacias ven en el modelo de franquicia una oportunidad de expansión acelerada. Y lo es. Sin embargo, detrás del aparente crecimiento se esconden retos estratégicos, operativos y comerciales que pueden poner en riesgo la rentabilidad, la reputación e incluso la sostenibilidad del negocio.
Franquiciar no es copiar y pegar una receta. Es como querer abrir muchas cocinas que preparen el mismo platillo con la misma calidad, aunque los cocineros, los ingredientes y el entorno sean distintos. Si uno solo falla, la experiencia del cliente también lo hace.
A continuación, te presentamos los principales desafíos que enfrentan las cadenas de farmacias que apuestan por el modelo de franquicia, y algunas ideas para enfrentarlos con visión y estrategia.
1. Estandarización de procesos: el corazón del modelo
Un error común al franquiciar es pensar que el éxito depende solo del nombre o la ubicación. La clave está en los procesos: cómo se atiende al cliente, cómo se controla el inventario, cómo se hace un pedido, cómo se capacita al personal, etc.
Sin manuales claros, herramientas digitales y protocolos definidos, cada franquicia se vuelve un experimento. Y lo que debería ser una marca sólida y consistente, termina pareciendo un mosaico desordenado.
Imagina un escenario donde una farmacia franquiciada da precios distintos, no aplica promociones o vende productos caducos, el cliente no va a culpar al franquiciatario, va a culpar a tu marca.
2. Selección y capacitación de franquiciatarios: elegir bien, formar mejor
Un buen franquiciatario no es solo alguien con capital. Es alguien que entienda la operación, comparta los valores de la marca y se comprometa con el modelo. Capacitar de forma integral, con enfoque en administración, normativas sanitarias, atención al cliente y manejo de software especializado, no es opcional: es vital.
Franquiciar sin capacitar es como entregar las llaves de un auto sin enseñar a manejar: puede funcionar unos metros, pero el choque es cuestión de tiempo.
3. Gestión de inventario y surtido: el arte de tener lo correcto, en el momento justo
Cada comunidad tiene sus particularidades. No se venden los mismos productos en una farmacia de colonia popular que en una ubicada frente a un hospital privado. Por eso, es esencial combinar el surtido estándar de la cadena con un margen de personalización local, sin perder el control. Aquí, los sistemas de gestión y compras inteligentes marcan la diferencia.
Por eso, es recomendable apostar por herramientas que automaticen la reposición y conecten con distribuidores mayoristas que ayuda a mantener un stock saludable y rentable.
4. Cumplimiento regulatorio: no hay margen para errores
La industria farmacéutica está altamente regulada, y cada estado puede tener variaciones. Desde licencias hasta manejo de medicamentos controlados, cualquier omisión puede costar multas o clausuras.
Establecer lineamientos, auditorías y asesoría jurídica continua para los franquiciatarios es una inversión que protege a todos.
5. Marketing local y comunicación alineada: hablar con una sola voz
La publicidad genérica no siempre funciona en todos los puntos. Es necesario que cada franquicia tenga herramientas y libertad para comunicarse con su entorno, pero con lineamientos claros de marca, imagen y mensaje.
Proveerles recursos listos para adaptar y usar (como artes, copys, campañas digitales) es una buena práctica para asegurar coherencia sin limitar su iniciativa.
6. Soporte, monitoreo y control: estar presentes sin invadir
Franquiciar no significa desentenderse. La central debe dar soporte constante, monitorear indicadores clave y ofrecer soluciones ágiles. Las visitas físicas, reuniones virtuales y herramientas digitales ayudan a mantener la conexión y la calidad.
Franquiciar puede ser el paso que dispare el crecimiento de tu cadena de farmacias, pero hacerlo sin una estructura sólida es como construir sobre arena. Establecer procesos claros, elegir bien a tus socios y usar tecnología adecuada puede marcar la diferencia entre escalar o estancarse.